La Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) coincidió ayer con la urgencia de impulsar las reformas iniciadas a nivel tributario para promover una "mayor competitividad" de la economía, que permita generar "crecimiento de largo plazo y crear empleo de calidad".
"Para un sector naturalmente competitivo y eficiente es imprescindible impulsar la reforma tributaria que disminuya la carga de impuestos que debe enfrentar la industria de alimentos y bebidas y la economía en general, para recuperar la competitividad y poder ganar más trabajo y desarrollo", dijo el presidente de la Copal, Daniel Funes de Rioja.
Resaltó que la Argentina "tiene que ser un jugador central en el comercio de alimentos y bebidas no sólo en el país sino en el mundo; tenemos que generar cada vez más valor agregado local en los mercados internacionales integrándonos de una forma inteligente, pero para esto debemos recuperar competitividad".
Dijo que entre los factores que inciden fuertemente en competitividad, la "presión impositiva es fundamental, pues en el caso de los alimentos se sitúa en el 40,4%".
Además, dijo que en el caso de las bebidas la presión tributaria "alcanza al 48,5%, con una fuerte superposición de impuestos y tasas entre los gobiernos nacional, provinciales y municipales, además de la pesada carga burocrática que particularmente gravitan en las pymes y en las economías regionales, significando costos adicionales sin razón alguna que justifiquen su procedencia".
Funes de Rioja sostuvo que el sector -que genera más de 500 mil puestos de trabajo directos y un millón de empleos indirectamente, con una balanza comercial que implica más de 26 mil millones de dólares de exportaciones y como contrapartida de sólo 1.500 millones de dólares de importaciones-, coincide con "la demanda presidencial para generar -en forma urgente- las condiciones de competitividad aludidas".