El ministro de Economía, Hernán Lorenzino y la presidente del Banco Central de la República Argentina, Mercedes Marcó del Pont, participaron en las reuniones del G-20 que se desarrollan en México.

Ambos funcionarios centraron su agenda en la importancia de apuntalar el crecimiento por la vía de las políticas favorables a la creación y mejora del empleo y a la consolidación de los mercados internos.

En un contexto financiero más estable que el que prevalecía a fin de 2011, por el avance en el proceso de reestructuración de la deuda griega y con indicadores económicos en los EEUU que muestran un desempeño mejor al esperado, las proyecciones para este año aparecen más optimistas.

Sin embargo, la Eurozona experimentaría durante el primer semestre una recesión moderada, en donde no puede descartarse complicaciones en el plan de rescate griego que podrían complicar la situación de algunas de las economías principales de Europa, con sus negativas repercusiones sobre la economía internacional.

Se destacó que las economías en desarrollo siguen traccionando el crecimiento de la economía mundial amenazada por los efectos desestabilizadores de los flujos de capitales, el ajuste fiscal en las economías centrales, la volatilidad en los precios de las commodities y el aumento del precio del petróleo.

Al respecto, el ministro de Economía sostuvo que "el mayor riesgo en este contexto proviene de sofocar el crecimiento de la actividad económica como consecuencia de los planes de ajuste y de la creencia en políticas llamadas, eufemísticamente, reformas estructurales que han demostrado tener resultados negativos en el empleo, en el ingreso de las familias, la inclusión social y, por lo tanto, en el crecimiento."

En conjunto con su par de Brasil, Lorenzino resaltó la importancia de colocar la cuestión del empleo y la inclusión social en el centro de las acciones del G 20, "tenemos que sostener la demanda y para lograrlo tenemos que poner a las políticas que favorezcan el empleo y la inclusión social en el centro de la escena".

Además, la delegación argentina discutió sobre el rol de las agencias calificadoras de riesgo, al plantear la necesidad de que los diferentes actores de los mercados financieros tanto privados como públicos trabajen para desarrollar calificaciones propias. Sostuvo que las agencias de riesgo "optan por reducir las calificaciones contribuyendo a la desestabilización de las economías con problemas". 

La delegación argentina también reclamó darle mayor relevancia en la agenda del G 20 a la inversión para infraestructura. "Esta sería una vía concreta para estimular la demanda, crear puestos de trabajo, mejorar la competitividad y achicar la brecha de desarrollo global".

En la reunión también se discutió el rol del FMI y la posibilidad de aportes adicionales a la institución para que la misma pueda salir al rescate de los países de mayor tamaño de la Eurozona, si esto fuera necesario, al tiempo que se garanticen fondos para el resto de las economías en la eventualidad de un empeoramiento de las condiciones internacionales. Como así también reclamó darle mayor relevancia en la agenda del G 20 a la inversión para infraestructura.