Las cuotas de las empresas líderes de medicina prepaga podrían subir un 5% en febrero y otro 5% en abril. Ese es el esquema de aumentos que los directivos del sector están negociando con funcionarios del Gobierno, luego de que en diciembre último debieron suspender -por la presión oficial- una suba del 10% que se iba a aplicar este mes y que por aquellos días estaba siendo notificada a los afiliados.
Los empresarios habían previsto ya a mediados de 2007 que dispondrían un ajuste entre fines del año pasado y principios del actual. En julio último se firmó un convenio de mejora salarial para el personal de la sanidad y, con el argumento de los efectos en los costos que disparaba ese acuerdo, las prepagas elevaron en agosto entre un 14 y un 17%el precio de sus planes sin copagos (sumas adicionales pagadas cada vez que se hacen consultas o prácticas de diagnóstico médicos). Los planes que sí preven esos extras -y que son una parte menor de los contratos- iban a sufrir un alza menor: del 4 por ciento.
En aquel momento, los empresarios habían adelantado que, como una parte de la mejora salarial se daba a mitad de año (un 15%) y otra en diciembre (un 10%), las cuotas a cargo de los afiliados subirían en esos dos momentos del año. Luego, el alza prevista para diciembre se pasó a enero y, finalmente, el Gobierno intervino para que directamente no se concretara ese incremento.
Según las compañías, las alzas tendrían un impacto directo sobre unos 800.000 planes contratados en forma voluntaria por personas y familias, no vinculados a los planes corporativos que ofrecen las empresas empleadoras. Para quienes pagan parte de la cuota de una prepaga derivando recursos de los aportes y contribuciones de su salario, el efecto es dispar, ya que en muchos casos las subas de los sueldos y el alza de la remuneración tope para hacer el cálculo de los aportes -en octubre el salario máximo para estimar el 3% de aporte pasó de 4800 a 7800 pesos- producen que vayan a la compañía más recursos por esta vía y que, por lo tanto, se reduzca el monto que debe pagar de su bolsillo la persona afilada a estos servicios.
En rigor, entre noviembre y enero se produjeron varios aumentos en entidades de salud medianas y pequeñas, y en las del interior del país en general, según fuentes del sector. Las que vieron trabadas sus intenciones de mover precios, básicamente a partir de la difusión que tuvo el hecho, fueron las compañías más grandes, como Galeno, Swiss Medical, Medicus, Omint y OSDE.
Si bien no existe una ley de regulación de la actividad -el Gobierno anunció el año pasado que la impulsaría, pero el debate quedó a mitad de camino-, las normativas exigen que las modificaciones de precios sean comunicadas a los afiliados con al menos un mes de anticipación.
Pero en este caso las prepagas entienden que ya estarían habilitadas para aumentar en febrero, porque se trata de la modificación en las cuotas que ya habían anunciado en los primeros días de diciembre y que finalmente no pudieron hacer durante este mes.
