Los precios de los combustibles registran constantes y periódicos incrementos en sus valores de comercialización, lo cual impacta en la mayoría de las actividades económicas por cuestiones de flete. A raíz del repunte del barril del crudo y la presión de las provincias productoras de subir 10 por ciento el precio, desde el sector explicaron que parte de ese porcentaje se trasladará a los surtidores en caso de aceptarse el pedido. “De concretarse, se trasladará un cuatro, cinco o seis por ciento a los precios”, estimó el presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines del Centro de la República (Fecac), al tiempo que destacó que la rentabilidad del sector sigue complicada.

Si bien YPF dio alguna mejora, no sucedió lo mismo con Shell y Petrobras que mantienen los porcentajes a los expendedores y en una situación más precaria aún se encuentran las estaciones denominadas “blancas”. Para el empresario cordobés, los márgenes deberían incrementarse un 50 por ciento, lo cual a todas luces es inviable. En los próximos días está previsto retomar las negociaciones con YPF para corregir los porcentajes ya que lo logrado hace dos meses fue inferior al pedido empresario y se acordó retomar el análisis de la solicitud en la primera quincena de agosto, según comentó Castellano.
Lo cierto es que a poco más de un mes del último incremento -registrado a días de las elecciones legislativas- un nuevo alza aparece en carpeta. En ese sentido, hay que tener en cuenta que la nafta súper registró la mayor variación, superior al 10 por ciento en los últimos meses, y pese a eso creció la demanda ya que la premium roza los 3,80 pesos; cifra que obligó a varios automovilistas a volver a la opción de menor calidad. Tanto la nafta común como premium tuvieron alzas promedios de entre seis y nueve por ciento, guarismo similar al contabilizado en el caso del gasoil.
Las petroleras, por su parte, solicitaron al gobierno nacional que se nivelen los precios de los combustibles, tanto naftas como gasoil, de Capital Federal y Buenos Aires con el resto del país; pedido que estiman no tendrá una respuesta favorable. El tema está en manos del polémico secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien autoriza los retoques en los precios. Al respecto, hay que tener presente que cargar combustible en el interior del país puede ser hasta un 30 por ciento más caro que hacerlo en Capital Federal.
Si bien este desfasaje no es nuevo, el promedio histórico se ubicó en torno al 10 por ciento, mientras que ahora es hasta dos veces más, generando perjuicios tanto a las petroleras como a los expendedores.