Los técnicos de la Secretaría de Comunicaciones (Secom) están ultimando los detalles para que los consumidores argentinos finalmente sean dueños de sus números de teléfono y puedan cambiar de compañía libremente sin deshacerse del número, como lo hacen desde hace poco los brasileños y los mexicanos. Estos últimos ya disfrutan de la competencia abierta en el mercado con precios más bajos, mayor oferta y un cuidado especial por parte de los proveedores.
Esta posibilidad, conocida como "portabilidad numérica", fue establecida mediante el decreto 764 de 2000, que fija la apertura del mercado, pero nunca fue reglamentada y la Justicia determinó recientemente que esto se deberá hacer en 90 días (empezaron a correr el lunes pasado con el fin de la feria judicial).
"Estamos trabajando intensamente para desarrollar la portabilidad y para hacerlo en el menor tiempo posible; confiamos en que cumpliremos con el plazo de 90 días", dijo una fuente de la Secom, que conduce Lisandro Salas. El organismo tendría todo listo para empezar a implementar la portabilidad el año próximo, pero aún restan definiciones que requerirán una fuerte voluntad política capaz de alinear a todas las operadoras detrás de un mismo objetivo: si la aplicación será para líneas fijas y móviles (la resolución judicial sólo hace alusión a las móviles, aunque la regulación de 2000 no discrimina) y quién asumirá el costo de los traspasos.
La fuente de la Secom dijo que los técnicos están mirando los modelos de Perú, Brasil y México. El primero implementará la portabilidad el año próximo y los otros dos ya están viendo los resultados. Tanto México como Brasil reglamentaron la portabilidad para las líneas fijas y móviles, obligaron a las operadoras a hacerse cargo de las inversiones pertinentes y fijaron la contratación de un tercero, que administra los traspasos de números y controla que el sistema funcione correctamente.
En lo que respecta al costo para mudarse de empresa, en México es nulo y en Brasil no supera los 4 reales, aunque las operadoras hasta el momento prefieren no cobrarlo para seducir a sus clientes. A la contratación de un tercero (modelo dominante que siguen Perú, EE.UU. y varias naciones de Europa) es a lo que temen algunas telefónicas locales.
"Es un costo extra, podrían darnos a nosotros ese control", deslizaron en una de las principales empresas de telefonía fija. Para Ariel Grazier, representante de Cabase (Cámara Argentina de Base de Datos y Servicios en Línea), el anhelo de la telefónica "es una locura porque la ausencia de un controlador es lo que hace que fracase la portabilidad, ya que los dominantes no dan la información. En los casos en que se hizo así, como en Inglaterra, lo que sucede normalmente es que hay una tasa de cancelación muy alta de trámites iniciados: el 40% no se concreta porque los que tienen los clientes no facilitan los datos".
En contraposición, Franco Cecchini, director de operaciones de iPlan, consideró que "sí se puede implementar sin necesidad de un tercero. El Estado dicta las normas a conveniencia de los usuarios y las empresas realizan los procedimientos necesarios para cumplir con ellas". Con o sin definiciones sobre ese tema, ya hay empresas dedicadas al control de los traspasos que mostraron interés en el mercado local, entre ellas, la norteamericana Telcordia.
En el caso de México, la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) reglamentó la medida en 2007 y la puso en marcha en 2008. "Se determinó la contratación de Telcordia como administradora (junto a un socio local), que debe hacer el trabajo operativo del cambio de usuario. Eso tiene un costo de 15 pesos mexicanos (US$ 1,5) y nosotros resolvimos que ese costo sea absorbido por la empresa que recibe al cliente", explicó a LA NACION Sóstenes Díaz, director de prospectiva regulatoria de Cofetel.
"Los resultados son excepcionales. Vimos campañas comerciales muy agresivas para retener y ganar al cliente. Los mexicanos están agradecidos, tenemos ya un número grande de portaciones: 725.000. El año que viene esperamos 1 millón", agregó el especialista, tras recomendar reglamentar la portabilidad para fijas y móviles, ya que "por más que se haga en móviles las fijas van a tener que hacer modificaciones".
Por otro lado, reconoció que "es un proceso que requiere voluntad política y determinación, porque no es fácil alinear a las operadoras".
La portabilidad en Brasil siguió un camino similar. Se aprobó en 2007 y en 2008 se inició el proceso de implementación, que terminó en marzo de 2009. "El costo fue absorbido por las empresas, aunque nosotros fijamos la posibilidad de que la receptora cobre hasta 4 reales (unos US$ 2) al cliente por portación, sin embargo, ninguna lo cobra porque están luchando por el mercado. Todas le pagan la administración al consorcio liderado por ABR Telecom", explicó Luiz Antõnio Vali Moura, coordinador de Grupos de Implementación de Portabilidad Numérica de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones de Brasil (Anatel).
