El presidente del Banco Central, Guido Sandleris, señaló que están dispuestos a pagar el costo de una mayor recesión en el corto plazo en pos de estabilizar el dólar y bajar la inflación.

"Lo más nocivo para la economía argentina es seguir como estábamos en los últimos meses, con esa enorme volatilidad en el tipo de cambio, con ese desanclaje de las variables nominales que nos llevó a tener una inflación de 6,5% en septiembre", destacó el funcionario ayer durante la presentación del Informe de Política Monetaria (IPOM) de octubre, tras ser consultado sobre el impacto negativo de las tasas altas y el mayor sesgo contractivo del BCRA en la actividad.

"Nuestra prioridad en este momento es asegurar que dejamos atrás estos meses tan difíciles que vivimos, esa inestabilidad financiera tan grande. Y a medida que lo logremos, vamos a ver cómo las tasas caen y eso va a ir permitiendo que la economía retome su senda de crecimiento", destacó Sandleris.

En el IPOM presentado ayer el BCRA reconoce un deterioro de las perspectivas económicas pero prevé que las correcciones de los déficit externo y fiscal permitirá iniciar una recuperación durante 2019 "sobre bases más sustentables".

El informe admite un deterioro de las perspectivas de consumo y de la inversión privada a partir de la desmejora de las condiciones financieras.

El titular del Central evitó dar precisiones respecto a cuándo espera que las tasas comiencen a normalizarse y a dar aire a la economía. "En las próximas semanas o los próximos meses", indicó vagamente.

La floja demanda de divisa ayer le permitió al BCRA bajar la tasa promedio de las Leliq a 7 días a 71,729% desde el 72,881% que había tenido que convalidar el viernes.

Sandleris destacó ayer que, en el marco del esquema actual de control de agregados monetarios, la tasa la determina el mercado. "Si uno elige controlar cantidades, no elige controlar precio. (...) La tasa de interés actual es la tasa a la cual nosotros somos capaces de cumplir con este objetivo de crecimiento cero de la base monetaria", concluyó.

A diferencia de lo que solían ser las multitudinarias presentaciones de su antecesor, Federico Struzengger, Sandleris realizó su exposición ante un auditorio reducido. No hubo banqueros y sólo estuvo presente apenas un puñado de empleados de primera línea de la entidad. De los pocos economistas ajenos al BCRA que fueron invitados estuvieron Miguel Bein, Daniel Artana y Gabriel Rubinstein.