La política monetaria -con tasas de interés de referencia aún arriba del 70% anual- mantiene a raya al tipo de cambio, que ayer volvió a caer y en el mercado minorista que releva a diario el BCRA cerró a $ 38,18, es decir 3,7 pesos menos que los $ 41,88 que mostró en la última rueda de septiembre.
En el mercado mayorista, que es el que mira el Central para delimitar las zonas de intervención, cerró a $ 37,13, es decir más cerca del borde inferior de dicha zona que del superior. Los límites originales de la zona estaban en $34 y $44 al arranque del mes. Como se aclaró que el ajuste de dichos límites sería del 3% mensual -distribuido a lo largo del mes- ayer estos bordes estaban 26 centavos más arriba (el piso) y 34 centavos arriba (el techo).
Como el dólar se movió dentro de la zona de no intervención, el Banco Central no tuvo necesidad de vender ni un sólo dólar de las reservas. Tampoco el Tesoro, que por ahora tiene liquidez suficiente para enfrentar sus obligaciones.
A propósito, el ministerio de Hacienda no definió aún si al momento que tenga que salir a vender dólares, lo hará por medio de una subasta o directamente en el Mercado Único y Libre de Cambio (MULC) a través de su agente financiero, el Banco Nación.
En el Central esperan que empresarios e inversores saquen cuentas y vean que -a estas tasas de interés- el atesoramiento de dólares no es negocio. Claro, en una mirada de corto plazo eso puede ser cierto. Pero dada la volatilidad y la fuerte disparada del dólar desde abril, por ahora prima la cautela.
Lo cierto es que con poca liquidez en pesos y tasas por las nubes las acciones que cotizan en Bolsa son los activos financieros que más sufren. El MerVal ayer volvió a caer -2,3%- arrastrado por los papeles de los bancos, que cedieron entre 5 y 7%, tanto aquí como en Wall Street.