El crédito hipotecario no alcanza a representar 1% del Producto Bruto Interno (PBI) en Argentina. Esto significa que -según explicó ayer el economista Diego Dequino, director del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Bolsa de Comercio de Córdoba (BCC)- la cantidad de adultos del país que tienen hipotecas es entre tres y 70 veces menor que en otras naciones, como Brasil, Chile y Reino Unido.
“Esta debilidad persistente del crédito hipotecario ofrece una oportunidad histórica para el país”, dijo en el marco de un nuevo encuentro de análisis de la coyuntura económica.
“La reciente oferta de créditos hipotecarios se asemeja en plazos y tasas a los ofertados en la región”, agregó, y que en la mayoría de los países sudamericanos la oferta promedio de créditos hipotecarios tiene un plazo que varía entre 25 y 30 años y la tasa de interés oscila entre 3,5% y 8%.
Sin embargo y pese a tener en la actualidad un menú con condiciones al menos similares a las de los países de la región, el crecimiento de los créditos hipotecarios en relación con el PBI es aún incipiente.
Según informó recientemente el Banco Central, las entidades financieras ya desembolsaron 5.000 millones de pesos en préstamos hipotecarios en Unidades de Valor Adquisitivo (UVAs) desde el lanzamiento del sistema. De acuerdo con la información oficial, cada día son entregados entre $50 millones y $70 millones en esta clase de préstamos y, en el mes de marzo, se alcanzó el récord de $1.100 millones prestados, “consolidándose como una tendencia que facilitará el acceso a la vivienda”.
Explicó Dequino: “Si el crédito hipotecario aumentara un punto adicional del PBI, esto significaría 50 mil nuevas hipotecas”.
Sin embargo, de mantenerse el ritmo de crecimiento del crédito hipotecario que informó el Central, “se necesitarían 16 meses para aumentar en un punto este tipo de crédito en relación al PBI”, indicó.
Mientras que, si se incorporaran 100 mil nuevas hipotecas, la ecuación determinaría que uno de cada 60 adultos tendría un crédito hipotecario. En caso de que el incremento crediticio fuera de 200 mil, esa relación bajaría a 1 cada 25 adultos.
“Esto implica que, para alcanzar el nivel de Brasil y Chile, Argentina necesitaría duplicar o cuadruplicar la velocidad actual de crecimiento del crédito hipotecario”, concluyó.
