"La venta del Citi al Santander no se ganó ni se definió por precio. La realidad es que el vendedor tenía una preferencia bastante importante por cerrar con una contraparte internacional", revelan fuentes conocedoras de la operación, que aseguraron se cerró en una cifra de entre u$s 200 y u$s 250 millones, un número similar a los u$s 221 millones pagados por el Itaú al Citi en Brasil. El mayor banco privado de ese país le ganó en la pulseada al Santander, que había ofrecido comprar en bloque, tanto las operaciones minoristas de la Argentina como de Brasil. En ambos países el ganador terminó siendo el banco más grande, ya que en Argentina Santander es la mayor entidad privada, por lo que tiene mayor capacidad de absorción de los empleados al ser un banco que orgánicamente tiene un crecimiento grande, por lo que debe estar contratando nuevo personal. Mantenerlo era una condición sine qua non. Al Santander le permitirá sumar 500.000 clientes y 70 sucursales a los 2,7 millones de clientes y 401 sucursales con las que ya cuenta hoy, y consolidarlo como el primer banco privado del país. Mientras, Citi seguirá desempeñándose en el segmento de banca corporativa e institucional, para lo cual dispone de los u$s 3500 millones en nuevas líneas de crédito para financiar capital de trabajo y proyectos de inversión de sus clientes, anunciados durante la visita de su CEO Global Mike Corbat. En cuanto a los demás competidores, el Galicia se bajó del Citi al enterarse que Santander había cerrado con American Airlines con el programa de millaje de AAdvantage, a quien le pagarán 1,67% de las compras que se realicen con esa tarjeta, aunque no sea redimido (aunque esas millas no se utilicen). Otros, como Aerolíneas, cobran 1,3%, pero de lo redimido (de las compras con esa tarjeta que se usen en millas). En el mercado entienden que, sin el programa de millaje de AAdvantage, a cualquier otro que lo hubiera comprado que no fuera Santander le hubiera caído el nivel de ‘attrition’, como denominan en la jerga a la retención de clientes. Hay quienes destacan que el valor también es menor al ser el Citi parte de Visa, por lo que los números en sus balances serán más flojos al reducirse las comisiones. Para emprolijar las cuentas, este mes el Citi pagó no sólo el sueldo de septiembre, sino también $ 100 millones a 2300 empleados (de subgerentes departamentales de 1´ para abajo). Fue a razón de $ 42.000 a cada uno en concepto de compensación extraordinaria de carácter no remunerativo, porque cumplían una jornada de 9 a 18, cuando la laboral bancaria es de 9.45 a 17.15. Raúl Mayer, de la comisión gremial interna, advirtió a El Cronista que el reclamo venía del 2009, pero lo cierto es que se abrochó ahora, justo antes de la venta. "Un nuevo logro", fue el subject enviado al personal por la comisión gremial interna de los trabajadores de Citi, que elogiaron en el correo las negociaciones del secretario general de La Bancaria, Sergio Palazzo. Fuentes conocedoras revelan que el deal lo cerró directamente Palazzo con Julio Figueroa, CEO del Citi. Los empleados con más antigüedad esperaban mucho más: "Los delegados al principio nos decían que que nos correspondía $ 200.000, pero resulta que terminamos cobrando lo mismo que el que entró ayer. Con la diferencia que nos afecta ganancias, por lo que recibimos $ 27.300, mientras a los nuevos les pudo quedar los $ 42.000 limpios". Pese al anuncio de la venta, se habla de 250 nuevos empleados en los últimos tres meses, desde cajeros hasta personal para el call center y atención comercial, además de haber reemplazado la flota de impresoras de todas las sucursales. Incluso, las nuevas incorporaciones llegaron desde otros bancos, a sabiendas de la inminente venta.