En medio de la discusión entre las entidades del campo, el gobierno nacional y las empresas semilleras, por el proyecto de ley de semillas que ingresó al Congreso desde el Ejecutivo, la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada) se metió de lleno en la problemática e impulsa un proyecto que “intenta ir por fuera de la caja”. Propone que el productor realice un pago único y anual por la bolsa de semillas, en el marco de las discusiones de propiedad intelectual y marco regulatorio en la temática. La Fundación remarcó que apuestan por "cambiar el eje de discusión, salir de la dualidad en contra o a favor, con un fin netamente propositivo". Como primera fórmula de bajo costo impulsan que el productor haga un pago único, anual y por bolsa: "Como un Netflix de semillas se paga un valor único por bolsa sin importar qué semilla se utilice, al igual que la plataforma de películas y series en la que podés ver cualquiera con el pago de una misma tarifa". Además se establece que se abona por toda la mejora genética completa y ese pago va a un fondo mientras que los semilleros cobran de acuerdo con su participación en el mercado respecto de cuan nueva sea la semilla "ya que por las más nuevas se cobra más que por las más viejas". De esto último deriva el segundo punto que es el "valor decreciente" que se les otorga a las tecnologías, se premia a las más nuevas, lo que también promueve la innovación. Como tercera propuesta está el "período de adecuación", podría pagarse en porcentajes, paulatinamente, hasta llegar al total, para otorgar un tiempo de adaptación, tal como sucede con los derechos de propiedad farmacéuticos o los tratados de libre comercio. En ese sentido Fada señala la posibilidad de que los productores paguen el primer año el 30% del monto fijado como canon. Este porcentaje subiría un 10% anual hasta el año 8 en el que se llegará a pagar el 100% del canon previsto. En cuarto término sugieren "las excepciones, excluyendo en el total al 5% de los productores más chicos y de ahí un porcentaje gradual hasta llegar al 15%. Algo así como lo que debería ser el impuesto a las Ganancias: unos no pagan nada, otros pagan una parte y otros pagan la alícuota más alta del impuesto. Una mirada progresiva del pago por la propiedad intelectual". Fada considera que los productores deben pagar por la tecnología; el pago debe ser razonable y equilibrado y se deben prever excepciones para los productores más chicos. También opina que "no debe estar atado a la producción y al esfuerzo del productor" y se "debe incluir en el mismo pago toda innovación tecnológica, genética y variedades". Además aboga por mantener el uso propio, en un sistema que sea lo más simple posible con incentivo a la investigación y presentación de nuevas variedades. Por otra parte, la entidad consigna que "sobre el Estado debe recaer todo el poder de policía y el control del sistema" mientras la ley de semillas "debe ser la ley rectora de toda propiedad intelectual contenida en la semilla". Por último, la Fundación se pregunta por qué toda la población debería preocuparse por este tema: “Porque la semilla forma parte de un triángulo de tres elementos fundamentales, para nuestra vida. La semilla, junto a la tierra y el agua, es esencial para tener nuestro plato de comida en la mesa”, concluyó