La mayor apuesta a la obra pública desde este mes es una de las barajas que tiene el Gobierno para reactivar la economía. Según publica Ámbito Financiero, el gasto acumulado en los rubros Vialidad, Vivienda, y Agua y Saneamiento hasta el mes pasado inclusive, fue de 17.613 millones. Pero en los siete meses que restan para cerrar el año se apunta a llegar a ejecutar $ 53.900 millones adicionales. Fuentes de Casa de Gobierno agregaron que "desde ahora y sólo por Aguas y Saneamiento, (acceso a agua, cloacas) se van a generar 10.000 puestos de trabajo por mes; a esta altura del año, pero en 2017, se habrán generado más de 100.000 puestos en la construcción". El optimismo oficial se basa en las partidas que se ejecutarán en lo que resta del año, donde el promedio mensual duplicará como mínimo lo gastado en meses anteriores. Se están publicando dos o tres avisos diarios en ese sentido. El interrogante pasa entonces por el rojo fiscal. En el Gobierno se muestran firmes respecto del objeti-vo de lograr un déficit equivalente al 4,8% del PBI. En ese sentido, se debería tomar en cuenta la amenaza proveniente desde el INDEC con la reformulación del cálculo del PBI que se dará a conocer el 29 de este mes. Es que si llegaran a desinflar el PBI (producto del aumento ficticio observado en la era Moreno), mágicamente la relación entre déficit fiscal y el PBI aumentará. Una buena parte de las mejoras fiscales se asignan en el Gobierno a la optimización de las partidas, eliminación de gastos superfluos. Las denuncias realizadas por el ministro Guillermo Dietrich concentradas en Vialidad Nacional, y el ahorro de $ 1.000 millones en una licitación es lo que se esgrime como muestra. Que no se hayan ejecutado fondos para viviendas en los primeros meses del año está relacionado con la exigencia de certificaciones a las provincias que las recibían. Estaba la duda de que las transferencias sin presentación de comprobantes terminen yendo a cualquier área del gasto provincial menos a la construcción de esas viviendas. Pero como siempre sucedió en el campo fiscal, los partidos se juegan cada mes, con la difusión de los números de la caja. Los retrocesos en los aumentos de las tarifas son marginales en lo que a montos se refiere según funcionarios. La inflación es la primera meta que tiene Mauricio Macri en lo económico. No comparte eso de crecer aunque sea con inflación elevada. "Ya en junio de 2015 en un viaje a Nueva York con Carlos Melconian, Mauricio ya anticipaba que en caso de ganar las elecciones, uno de sus problemas iba a ser la apreciación del peso", dice uno de sus colaboradores. Pero en ese sentido toma ahora lo que le dicen sus economistas. Puntualmente con respecto a las tasas y la inflación, Federico Sturzenegger. Las fricciones y diferencias entre los integrantes del equipo económico existen pero "son las lógicas" señala la misma fuente. Hay un grupo de WhatsApp creado en el que participan los principales referentes económicos del Gobierno y en ellos es frecuente ver -señala- la imagen de los "aplausos" de parte de Sturzenegger para Prat Gay y viceversa.