El presidente de Shell, Juan José Aranguren, disertó en la Bolsa de Comercio de Córdoba. Analizó la política energética argentina y consideró un “crimen” importar el 12% de la energía que necesita el país; “Este populismo nos llevó a pagar US$ 77 el barril cuando en el mundo cuesta US$ 60; la dependencia de las importaciones debilita nuestra capacidad de autodeterminación y hasta pone en riesgo nuestra soberanía”.
Aranguren deja la petrolera el 30 de junio y admitió que está trabajando con los equipos técnicos del PRO para aportar ideas en el área que conoce, la de la energía. Describió la crisis del sector señalando que en 1998, tanto Argentina como Brasil tenían una producción diaria muy similar de petróleo; entre 650 mil y 700 mil barriles: “Hoy, Argentina está en 540 mil y Brasil en 2,6 millones de barriles por día”.
Insistió en que para atraer inversiones hace falta “seguridad jurídica, energética, calidad en los recursos, planeamiento y por sobre todas las cosas, un marco regulatorio estable y claro”. Respecto de los subsidios, apuntó que electricidad y gas son dos de los sectores que más atrasados están en cuestión tarifaria.
“Es obligación de los actores económicos hacer que se cumplan las reglas”, dijo y aseguró que Shell no integra la elite que rodea al Gobierno porque siempre “priorizó lo correcto y no lo conveniente; no aceptamos indicaciones telefónicas ni presiones”.