Por decimoséptimo mes consecutivo las ventas al resto del mundo cayeron en comparación con un año antes. En el caso particular de marzo la disminución fue de 4,1%, a u$s5.037 millones, mientras que las importaciones se contrajeron 3,8%, arrastran 13 meses de baja interanual, a 4.994 millones de dólares. La buena noticia que trajo marzo fue que a diferencia de los meses previos la retracción de las exportaciones respondió principalmente al efecto de la caída de los precios internacionales en 14%, ya que en cantidades sólo mermaron las operaciones con combustibles y energía, mientras que el resto se elevaron entre 3% para el caso de las manufacturas industriales y 27% las de origen agropecuario. Del lado de las importaciones se verificó un fenómeno similar: la retracción se sustentó en la reducción promedio del 15% de los precios, principalmente en el caso de los combustibles y lubricantes que se derrumbaron 38% y en menor medida los bienes de uso intermedio 12% y bienes de consumo final 7%. Por el contrario, en cantidades se expandieron 13%, a partir de muy bajos registros de un año antes. Sin embargo, los importadores alertaron de que persisten las restricciones a los pagos al exterior. Diego Pérez Santisteban respondió al ministro de Economía sobre que “no hay cepo”, que “no sólo en el propio equipo económico lo reconocen, sino que incluso lo reivindican. Si lo que quiso decir es que en la Argentina no hay prohibición total de adquirir dólares, eso es cierto”.