Las exportaciones argentinas enfrentan un año de vacas flacas. En los primeros cinco meses de 2011 crecieron sólo 1%. Mientras los productos primarios aumentaron 3% y los combustibles y energía se incrementaron 8%, las manufacturas industriales apenas subieron 1% y las agropecuarias decrecieron 1%. La explicación presidencial acerca de que “el mundo se nos cayó encima” no alcanza para explicar este pobre desempeño. Un informe de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI) detalla que la inflación en dólares, las trabas a las importaciones y la baja tasa de inversión se cuentan entre las razones principales de la pérdida de competitividad. Así, concluye que el desempeño de las exportaciones se explica “más por causas endógenas que exógenas”.
“La performance de las exportaciones industriales se viene deteriorando en los últimos dos años, ya que en ese período, sólo el sector automotriz creció más que el promedio sectorial. El aumento de los costos en dólares, las restricciones a las importaciones de insumos, el achicamiento de los plazos para liquidar exportaciones, la baja tasa de inversión para incrementar la capacidad reproductiva y la restriccion de financiamiento explican este bajo desempeño”, dice Marcelo Elizondo, titular de DNI.
El informe de la consultora muestra que en los primeros 5 meses algunos sectores tuvieron un crecimiento exiguo y otros decrecieron de plano. En la primera tanda se cuentan los vehículos de transporte de mercancías, que vendieron US$291 millones, y los tubos sin costura, con un incremento de apenas US$42 millones. En el segundo lote aparecen los vehículos para transporte de personas, con una caída de US$284 millones, las exportaciones de aluminio, que perdieron US$91 millones, las de laminados de hierro y las de cajas de cambio, –las dos con bajas de US$22 millones– y las de herbicidas, con una reducción de US$9 millones.
Los datos del INDEC muestran que los resultados del comercio exterior empeoraron en mayo. Las exportaciones totales de ese mes bajaron 6,5% contra el año anterior, mientras que en productos primarios la caída fue de 10,5% y las industriales se redujeron 12%. La mejora del 2% en los precios amortiguó la caída, ya que las cantidades disminuyeron 14%.
Entre las razones endógenas, “la inflación en dólares afecta de lleno a la competitividad”, apunta el economista Horacio Lazarte, de abeceb.com. El sector textil y de indumentaria se anota entre los más afectados: sus exportaciones bajaron 20% este año. “La caída en el nivel de actividad empezó a notarse en el último trimestre del año pasado. A pesar de la fuerte protección con la que cuenta el sector, las importaciones siguieron ganando mercado y la producción nacional apenas creció 1,3% en 2011”, señala. En los primeros meses de este año, la desaceleración llegó a las ventas “y así la producción se vio más perjudicada aún, con una caída del 3% en los primeros cinco meses y con pérdidas del 25% en rubros como fibras sintéticas”. Lazarte detalla que otro de los rubros afectados es calzado, donde “el tipo de cambio real ajustado desde mediados del año pasado ya se igualó con el de la convertibilidad y va en camino de apreciarse más”.
Entre las razones exógenas hay que anotar a Brasil, el principal mercado para los productos industriales. Las exportaciones a ese destino cayeron 30% en lo que va del año, en parte por la desaceleración brasileña, en parte por la retaliación que aplica el gobierno de Dilma Rousseff a las trabas a las importaciones dispuestas por Guillermo Moreno.
El anterior paso en falso del comercio exterior había ocurrido en 2009 como consecuencia de la crisis internacional y de la posterior recesión local. Pero la consultora ACM remarca que, esta vez, “las circunstancias son diferentes y la magnitud de contracción es menor”. Para empezar, señalan que, a diferencia de la anterior, esta crisis no impacta negativamente sobre los precios de los commodities que la Argentina vende. En 2008/09 la soja cayó de un máximo de US$610 la tonelada a US$287. Hoy los precios siguen subiendo, hasta tocar los US$600 por tonelada y con expectativas todavía al alza. El mismo patrón se observa en el aceite de soja y los pellets. Otro elemento diferenciador es que tampoco la cosecha cayó tanto esta vez. En aquella campaña, la producción de los 4 principales cultivos se redujo 38%, contra 19% de baja esperada para la que ya finaliza. “La trayectoria de las exportaciones se encuentra más bien acotada por condiciones internas (como la menor cosecha y la falta de insumos o de acceso al financiamiento) que externas, y esto implica un techo para la expansión de las importaciones en 2012, si no se quiere afectar el superávit comercial y el balance cambiario de divisas”, postula ACM.
Para la consultora Economía & Regiones, también el agro es ahora menos competitivo. Calculan que con un tipo de cambio oficial de $4,75 por dólar en diciembre 2012 y una soja promedio de US$515 la tonelada durante este año, “la competitividad efectiva del sector agropecuario exportador cerraría este año en 0,96, ubicándose 4 puntos porcentuales por debajo del nivel de salida de la convertibilidad”. Y plantea que se necesitaría que la tonelada cotizara US$650 de aquí a fin de año para que en diciembre se restituyera el nivel de competitividad que había en agosto 2008. “Al campo ya no le alcanza ni siquiera con buenos precios. Tampoco le sirve una devaluación, ya que sus efectos positivos serían de cortísimo plazo y se licuarían rápidamente. La inflación es la verdadera causa del deterioro de su competitividad. Tanto el campo como la salud macroeconómica argentina necesitan que se ataque el problema de la inflación”, apuntan.
Según ACM, del total de segmentos exportadores, 18 mostraron incrementos, contra 25 en los que se registraron caídas en el volumen. Entre los que más se expandieron se encuentran dos primarios: cereales (US$815 millones), petróleo crudo (US$445 millones) y un commodity industrial: productos químicos (US$275 millones).
Economía & Regiones apunta que los sectores que habían sido los motores del ciclo expansivo previo parecen ser los más perjudicados en la actual situación. “Las trabas a las importaciones obstaculizan el abastecimiento de insumos y bienes de capital para los sectores productores locales”. En los primeros cinco meses, las importaciones cayeron 5%, empujadas por una baja de las compras externas de bienes de capital del 17%, asociada a la contracción de la inversión privada. Le siguieron las bajas en las compras de bienes intermedios (-6%), bienes de consumo (-4%) y piezas y accesorios de bienes de capital (-1%).
