El Gobierno obtuvo ayer recursos en forma "excepcional" del Banco Central (BCRA) por $ 6000 millones para afrontar gastos corrientes y otros US$ 4165 millones para el pago de la deuda soberana con acreedores privados y multilaterales.

Una carta del ministro de Economía, Hernán Lorenzino, girada a la presidenta del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, justifica el pedido de los recursos extraordinarios, "en virtud de los desafíos que encuentra la política económica en los próximos meses". Todas las explicaciones las basa en el "contexto de crisis internacional que no muestra perspectivas de culminación en el corto plazo", pese a que la tonelada de soja subió ayer US$ 20 y cerró en US$ 597.

LA NACION intentó en varias ocasiones ayer obtener alguna explicación del equipo económico, pero no obtuvo respuesta.

Al 23 de junio pasado, el stock de adelantos transitorios bordeaba los $ 74.000 millones y hoy se conocerá el dato de fines del mes pasado.

Por lo tanto, analistas fiscales interpretaban que el Gobierno ya está en el "techo" de los $ 76.620 millones al que lo habilita la carta orgánica del BCRA.

Esto surge entre los $ 28.728 millones correspondientes al 12% de la base monetaria y a los $ 47.892 millones del 10% de los ingresos, según cálculos de la consultora ACM.

La carta de Lorenzino es del 29 de junio y en menos de una semana el directorio que encabeza Marcó del Pont convalidó este giro, que podría permitirle al Gobierno atender sus compromisos sin complicaciones.

El funcionario invocó en su misiva el artículo 20 de la carta orgánica del BCRA, aprobado mediante el artículo 11 de la ley 26.739, donde explica que el Gobierno puede pedir "con carácter de excepcional y si la situación o las perspectivas de la economía nacional o internacional así lo justificaran" adelantos transitorios excepcionales.

Pese a que se refiere a los coletazos de la crisis mundial sobre el nivel de actividad, no menciona ninguna causa interna de esta fuerte desaceleración, que, para algunos analistas, en realidad ya se trata de una recesión lisa y llana.

La nueva carta orgánica del BCRA le permite al Gobierno obtener $ 124.512 millones sin mayores inconvenientes, en un contexto en el que la inflación ronda el 25% anual, según las cifras de las provincias, de las consultoras privadas y de centros de estudios ligados al oficialismo.

Aunque la carta de Lorenzino indica que la intención del pedido es aplicar recursos a la política anticíclica, al mismo tiempo el Tesoro también pidió ayer US$ 4165 millones para pagar la deuda soberana, en un contexto complejo para la acumulación de reservas pese al fuerte cerrojo aplicado por el Gobierno para suavizar la fuga de capitales.

El directorio consideró que existen "reservas de libre disponibilidad" para transferir, sobre la base de los criterios más laxos establecidos en la nueva carta orgánica de la entidad.

Se trata de US$ 2568 millones para cancelar servicios de deuda con tenedores privados correspondientes al tercer trimestre de 2012 (básicamente el pago del Boden 2012 de agosto) y de US$ 1597 millones para vencimientos con los organismos internacionales de crédito de los primeros nueve meses del año. A cambio de estos recursos, que forman parte del "fondo para el desendeudamiento" por US$ 5764 millones de este año, el BCRA recibe una letra intransferible a 10 años. La evaluación realizada por el directorio del BCRA parece, a priori, contradictoria con el diagnóstico de Lorenzino porque subraya la fortaleza de la economía local.

El director de ACM Maximiliano Castillo dijo a LA NACION que, a diferencia de las provincias, "el gobierno nacional va a cumplir con todos sus compromisos por contar con la posibilidad de imprimir, pero a un costo alto en términos de inflación". Agregó que esta emisión "no necesariamente tiene un efecto positivo sobre el nivel de actividad".

El presidente del bloque de Pro en Diputados, Federico Pinedo, dijo que "lo del Banco Central es una vergüenza: se someten al Ejecutivo, son una fábrica de inflación y al mismo tiempo prohíben comprar dólares para ahorrar" (ver aparte).

Pero en un foro del Banco Industrial, Miguel Bein dijo que el PBI crecerá 2% y que el dólar estará a cinco pesos a fines de año..