El 56 por ciento de los argentinos está convencido de que 2009 será igual de malo o peor que el año pasado. Ese porcentaje está compuesto por dos cifras: el 22,5 por ciento cree que será peor y el 33,5 piensa que será igual de malo, con lo que ese porcentaje de encuestados da por hecho que 2008 fue un mal año.

Los datos, entre otros muchos, surgen de una encuesta nacional sobre 820 casos en todo el país hecha por Ibarómetro. El pronóstico de un futuro nebuloso tirando a muy oscuro, se da en general entre los hombres, adultos mayores, y ciudadanos de bajo nivel educativo. Las razones enarboladas para prever un año negro son la crisis económica mundial y sus remezones en el país, sumada a la sequía en el campo y a la incertidumbre sobre la estabilidad laboral.

El trabajo también arroja un alto porcentaje de votantes, el 40,8, que aún no tiene posición tomada sobre las elecciones legislativas de octubre. La razón que esgrimen los intérpretes de la encuesta es que todavía no se ha lanzado a pleno la campaña electoral ni están claros los candidatos a competir.

El líder más reconocido del justicialismo, según la encuesta, es Néstor Kirchner. El 23,5 por ciento cree que él debería ser candidato a Presidente en 2011, seguido por Alberto Rodríguez Saá (12,5 por ciento) y por Carlos Reutemann (12,1 por ciento).

Los encuestados juzgaron que el de Kirchner fue el mejor de los gobiernos desde 1983 (35,7 por ciento) seguidos por Raúl Alfonsín (17,5 por ciento) Carlos Menem (17,1 por ciento) y Eduardo Duhalde. En las antípodas figura Fernando de la Rúa: 1,1 por ciento.

Hay un virtual empate entre quienes ven bien y mal los viajes de la Presidenta a Cuba y Venezuela: 37 por ciento cree que sirven al país y el 37,3 cree que no. Entre quienes dicen que sí, la mayoría son jóvenes.