El 9 de julio fue el “día de la independencia tributaria” en Argentina, cuando se dejó de trabajar exclusivamente para el Estado. El Iaraf estima que entre el 21 de junio y el 12 de agosto, cada día miles de personas con empleos declarados van dejando de trabajar sólo para pagar impuestos. Según ese informe, si se tiene en cuenta la presión impositiva legal (es decir, lo que hay que pagar para cumplir todos los impuestos que exige la ley), este año los asalariados formales del país tuvieron que trabajar entre 173 y 225 días para cumplir con las obligaciones tributarias de los tres niveles de gobierno. De ahí la diversidad de “días de la independencia tributaria, una medida utilizada a nivel internacional para expresar, de manera sencilla, la carga tributaria de un país. “El indicador consiste en considerar los impuestos pagados por un país durante un año y dividirlo por el ingreso o producto bruto de ese país. Luego, y a los fines de volverlo más gráfico, a ese porcentaje obtenido se lo aplica a un año calendario”, señala el informe. Si se compara la situación actual con la del año 2011, el día de la independencia tributaria en ese período cayó entre el 18 de junio y el 4 de julio, con lo cual en cuatro años se incrementó entre 3 y 39 días la presión tributaria, siendo mayor el aumento para las familias de mayores ingresos en los casos considerados. Para el hogar de menores ingresos (14.907 en bruto, al mes) el día de la independencia había sido en 2011 el 18 de junio. Este año fue el 21 de junio. Para el de mayores ingresos (67.810 en bruto, al mes) el día de la independencia había sido en 2011 el 4 de julio; este año será el 12 de agosto. La carga tributaria formal integral durante este año sería de entre el 47,3 por ciento y el 61,6 por ciento del ingreso total (incluyendo costo laboral) de una familia, dependiendo de los tramos de ingresos considerados. “En el caso límite de quienes hoy no pagan impuesto a las ganancias, la carga tributaria total asciende a un 47,4 por ciento de los ingresos totales, incluidas las contribuciones patronales”, plantea el Iaraf.